Para empezar con una digna introducción nos encontramos con el anual que da inicio con
Generaciones, el cual nos traslada a la
Central City del lejano futuro del año 2.645. En este lugar conocemos a
John Fox, historiador que para lograr solucionar la terrible situación en la que se encuentra su ciudad, marcha en un viaje al pasado para poder entrar en contacto con los anteriores
Flash y así impedir la catástrofe.
Así le vemos cruzar las eras y asistimos a aventuras de
Jay Garrick,
Barry Allen y el propio
Wally West en las que se enfrentan al
Dr. Mota, un villano obsesionado con la energía nuclear al cual derrotan repetidamente, mientras Fox fracasa una y otra vez en su objetivo.
Finalmente
Fox regresará a su tiempo, solo para descubrir que este viaje por la corriente temporal le ha dado acceso a la
Fuerza de la Velocidad, convirtiéndole en un nuevo Flash que podrá luchar por salvar a su propia gente en su tiempo.
Superada esta saga futurista llegamos al arco que da título a este volumen y, sin lugar a dudas, el más brillante que encontramos en su interior:
Nacido para Correr.
En ella veremos como
Wally West recorre en base a una serie de flashbacks sus primeras aventuras junto a
Barry Allen, rememorando aquel verano en el que viniendo de visita para ver a su querida tía
Iris West, su encuentro con el anterior héroe terminaría reproduciendo accidentalmente la fórmula que dió sus poderes a Barry, pasando así a convertirse en
Kid Flash.
A lo largo de sus enfrentamientos contra villanos clásicos como
Mr. Elemento o
Azul Cobalto, recorreremos unas primeras aventuras en las que un joven Wally aun no dominaba por completo sus poderes de velocista, poniendo en más de una vez en un aprieto o en un quebradero de cabeza al ya por aquel entonces veterano
Barry Allen.
Tras una saga que solo podemos tildar de brillante y que nos narra con una maestría ejemplar estos primeros años tras el cristal de la nostalgia, asistiremos a una cuestionable aventura en la que junto a
Aquaman se enfrentará a la Merodeadora Marina por una vieja corona que otorga poder sobre los océanos.
A continuación pasaremos a una nueva aventura con viajes al futuro gracias a la aparición del villano clásico
Abra Kadabra, que terminará por mostrarnos la cuestinable moralidad del siglo 64 del cual proviene.
El siguiente arco argumental propicia una colaboración con
Green Lantern cuando
Hammon y
Gorila Grodd colaboran en un malévolo plan evolutivo que llevará a los dos héroes a viajar a África, dónde harán frente a estas dos avanzadas mentes del Universo DC en compañía de unos cuantos animales inteligentes entre los que se encuentra el perro
Rex.
La última historia retornará el protagonismo en solitario al bueno de Wally, quién se verá metido en un embrollo entre un timador y
El Alquimista... una aventura que por otro lado nos llevará a un importante avance en su relación con
Linda y con ello a un precioso final de volumen.
Sin duda nos encontramos con un volumen de lo más completito en el que conocemos al
Flash de
Wally West de una manera mucho más profunda, alejándole gracias a ello al clásico
Barry Allen que marco toda una era y que aun hoy sigue protagonizando las historias del velocista escarlata.
Unas historias que en muchas ocasiones se plantean bastante ridículas, llevándose la palma la de Aquaman y la Merodeadora cuyos guiones son especialmente lamentables, pero que olvidamos fácilmente al leer la obra maestra que supone todo el arco de
Nacido para Correr.