ECC Ediciones nos trae esta reciente revisión de, como su título indica, El Origen de Superman. Y una vez más continuamos con las reseñas con motivo de su 75º aniversario de El Hombre de Acero.
Con una maravillosa encuadernación en cartoné encontramos en esta edición los números 1 al 6 de Superman: Secret Origin USA a lo largo de 224 páginas un viaje a los orígenes del héroe de la mano de los grandes Geoff Johns y Gary Frank (Batman: Tierra uno), explorando los años entre que Kal El cayó del cielo y termino siendo el héroe que todos conocemos.
Seguramente lo que todos os preguntaréis al leer esto es... ¿era realmente necesario? ¿Quién no conoce a estas alturas al kryptoniano con la infinidad de repasos a su origen que pueblan nuestras librerías de cómics?
Mi respuesta a esto sería NO. No era necesario en absoluto volver a escribir una historia sobre el origen del superhéroe más conocido de todos los tiempos, el cual forma a estas alturas parte de la cultura contemporánea.
Sin embargo y aunque esta afirmación es totalmente sincera, también he de remarcar que la formación descrita por la magistral habilidad para el guión de Geoff Johns (La noche más oscura, Green Lantern) convierte lo que en manos de cualquier otro sería un refrito insoportable en una historia fresca, moderna y a la vez atemporal que consigue que nos sintamos como la primera vez que tuvimos entre nuestras manos un cómic de Superman.
Geoff Johns muestra esta obra en una serie de arcos que recorren, de manera similar a "Identidad Secreta", algunos momentos claves en la vida previa del superhéroe.
En primera instancia nos presenta a un cándido y encantador Clark Kent en Smallville que, ya conocedor de sus diferencias con el resto de la gente, comienza a experimentar un aumento exponencial de sus habilidades al comenzar a cruzar la pubertad.
Los primeros accidentes derivados de su superfuerza le forzarán a cambiar drásticamente sus relaciones sociales, dando explicación a las gafas de Clark Kent e incluso mostrando el momento en que Martha teje para él su uniforme kriptoniano. Un momento delicioso cuando el propio Clark observa que odia llevar los calzoncillos por encima.
Y no solo eso... momento como en que Lana besa a Clark y este activa sin querer su visión calorífica son dignos de enmarcar para la posteridad como la primera excitación en la pubertad del kriptoniano.
Estas y otras anécdotas como cuando cruza por primera vez su camino con Lex Luthor se siguen sucediendo convirtiendo a Clark cada vez en alguien más marginal, mostrando el sufrimiento y soledad a la que se ve forzado al sentirse incapaz de proteger a los demás de si mismo.
Geoff Johns dota estas historias de un carácter único cuando nuestro protagonista descubre su origen alienígena. Es imposible no sentir ese temblor y ese bello erizado en la nuca cuando, desolado, le dice a su padre entre lagrimas que no quiere ser nadie más.
Solo Clark Kent.
Solo su hijo.
Pero Geoff no se detiene en este toque dramático de la infancia de Clark, si no que da el salto tras unos encuentros con la Legión de Superhéroes hasta Metropolis, donde un adulto Clark Kent ya es una identidad bien definida con la que Kal intenta empezar una nueva vida en Metropolis y una carrera profesional en el Daily Planet.
Un fresco inicio en el que somos espectadores de la primera entrada de Clark al periodico, su primer encuentro con Jimmy y Lois, y como no, su primera aparición en público como Superman.
A partir de aquí la trama nos mostrará a enemigos como Parásito o Metalo y, por supuesto, al inevitable Lex Luthor en su más máximo esplendor, entre otros.
En general, El Origen de Superman nos transporta en un viaje de sabor añejo pero renovado en el que recorremos los primeros pasos del superhéroe, así como el inicio de su relación con algunos de los personajes más famosos y conocidos de su historia. Un recorrido al que Geff Johns dota de un encanto único en todo momento.
Por supuesto, Geoff Johns viene acompañado de unos lápices maravillosos gracias al aclamado dibujante Gary Frank (¡Shazam!) y al entintador Jon Sibal, los cuales han puesto todo su esfuerzo en realizar un arte perfecto y repleto de personalidad.
Algo que combinado con la trama de Geoff Johns no deja de transportarnos a aquella película de 1978 de Richard Donner que todos disfrutamos en su momento, habiendo logrado captar todo su encanto en estas viñetas. Y es que el que no vea a Christopher Reeve retratado en el dibujo de Gary Frank, se ha quedado ciego.
Con una maravillosa encuadernación en cartoné encontramos en esta edición los números 1 al 6 de Superman: Secret Origin USA a lo largo de 224 páginas un viaje a los orígenes del héroe de la mano de los grandes Geoff Johns y Gary Frank (Batman: Tierra uno), explorando los años entre que Kal El cayó del cielo y termino siendo el héroe que todos conocemos.
Seguramente lo que todos os preguntaréis al leer esto es... ¿era realmente necesario? ¿Quién no conoce a estas alturas al kryptoniano con la infinidad de repasos a su origen que pueblan nuestras librerías de cómics?
Mi respuesta a esto sería NO. No era necesario en absoluto volver a escribir una historia sobre el origen del superhéroe más conocido de todos los tiempos, el cual forma a estas alturas parte de la cultura contemporánea.
Sin embargo y aunque esta afirmación es totalmente sincera, también he de remarcar que la formación descrita por la magistral habilidad para el guión de Geoff Johns (La noche más oscura, Green Lantern) convierte lo que en manos de cualquier otro sería un refrito insoportable en una historia fresca, moderna y a la vez atemporal que consigue que nos sintamos como la primera vez que tuvimos entre nuestras manos un cómic de Superman.
Geoff Johns muestra esta obra en una serie de arcos que recorren, de manera similar a "Identidad Secreta", algunos momentos claves en la vida previa del superhéroe.
En primera instancia nos presenta a un cándido y encantador Clark Kent en Smallville que, ya conocedor de sus diferencias con el resto de la gente, comienza a experimentar un aumento exponencial de sus habilidades al comenzar a cruzar la pubertad.
Los primeros accidentes derivados de su superfuerza le forzarán a cambiar drásticamente sus relaciones sociales, dando explicación a las gafas de Clark Kent e incluso mostrando el momento en que Martha teje para él su uniforme kriptoniano. Un momento delicioso cuando el propio Clark observa que odia llevar los calzoncillos por encima.
Y no solo eso... momento como en que Lana besa a Clark y este activa sin querer su visión calorífica son dignos de enmarcar para la posteridad como la primera excitación en la pubertad del kriptoniano.
Estas y otras anécdotas como cuando cruza por primera vez su camino con Lex Luthor se siguen sucediendo convirtiendo a Clark cada vez en alguien más marginal, mostrando el sufrimiento y soledad a la que se ve forzado al sentirse incapaz de proteger a los demás de si mismo.
Geoff Johns dota estas historias de un carácter único cuando nuestro protagonista descubre su origen alienígena. Es imposible no sentir ese temblor y ese bello erizado en la nuca cuando, desolado, le dice a su padre entre lagrimas que no quiere ser nadie más.
Solo Clark Kent.
Solo su hijo.
Pero Geoff no se detiene en este toque dramático de la infancia de Clark, si no que da el salto tras unos encuentros con la Legión de Superhéroes hasta Metropolis, donde un adulto Clark Kent ya es una identidad bien definida con la que Kal intenta empezar una nueva vida en Metropolis y una carrera profesional en el Daily Planet.
Un fresco inicio en el que somos espectadores de la primera entrada de Clark al periodico, su primer encuentro con Jimmy y Lois, y como no, su primera aparición en público como Superman.
A partir de aquí la trama nos mostrará a enemigos como Parásito o Metalo y, por supuesto, al inevitable Lex Luthor en su más máximo esplendor, entre otros.
En general, El Origen de Superman nos transporta en un viaje de sabor añejo pero renovado en el que recorremos los primeros pasos del superhéroe, así como el inicio de su relación con algunos de los personajes más famosos y conocidos de su historia. Un recorrido al que Geff Johns dota de un encanto único en todo momento.
Por supuesto, Geoff Johns viene acompañado de unos lápices maravillosos gracias al aclamado dibujante Gary Frank (¡Shazam!) y al entintador Jon Sibal, los cuales han puesto todo su esfuerzo en realizar un arte perfecto y repleto de personalidad.
Algo que combinado con la trama de Geoff Johns no deja de transportarnos a aquella película de 1978 de Richard Donner que todos disfrutamos en su momento, habiendo logrado captar todo su encanto en estas viñetas. Y es que el que no vea a Christopher Reeve retratado en el dibujo de Gary Frank, se ha quedado ciego.