Recientemente llegó a nuestras tiendas de cómics el tomo #3 del manga de Kaoru Mori, titulado Bride Stories y editado por Norma Editorial.
En el pasado ya hicimos un review del primer número de esta colección y hoy volvemos con ella en este tercer tomo, con el propósito de comprobar el transcurso de la historia ganadora del premio Prix Intergénérations Angouleme 2012.
Como ya comentamos anteriormente, Bride Stories se centra en la vida de múltiples novias que vamos encontrando alrededor de la ruta de la seda en el siglo XIX, pero no solo de novias va este manga, si no que también es un recordatorio de la cultura y la historia de esta zona, tan desconocida para algunos de nosotros y que la autora tan delicadamente nos acerca en sus viñetas.
Así pues, veamos que novia nos encontramos en este tomo.
Después de dos volúmenes sorprendentes sobre Amir y su matrimonio con Karluk, el argumento de este tomo gira en torno a un personaje que anteriormente era secundario, pero que esta vez toma un papel protagonista, el antropólogo británico Henry Smith.
Las tensiones regionales con Rusia están aumentando y como un viajero solitario Europeo, el Sr. Smith se encuentra en una situación precaria al encontrarse sin guía ni ayuda. Por suerte para él, es acogido por Talas y su suegra, quienes se apiadan de el al verle en problemas. Sin embargo, la tragedia ha golpeado a estas dos mujeres seis veces.
Talas se caso con los 5 hijos de su suegra, ya que tras la muerte accidental del primero, como mandaba la tradición, se caso con su hermano, que también murió, así fue como enviudo 5 veces con los 5 hijos de la familia. Tras la muerte de todos los hijos, su padre cayó en una gran depresión y murió también, dejando solas a ambas mujeres. Sin embargo, ellas dos son fuertes y afrontan el día a día con todo lo que tienen y sin llorar por el pasado, por lo que al conocer al Sr Smith la mujer mayor anima un romance entre Talas y joven antropólogo, esperando que así la alegría vuelva a la joven viuda y se rehaga la familia.
Sin embargo los problemas no tardan en llegar de nuevo a estas dos mujeres, teniendo aun mas el pobre Smith, quien tarda en acostumbrarse a esta nueva región y esta cultura tan diferente que le tacha de villano solo por ser extranjero.
Un cómic tierno, triste y sobretodo bello.
Así pues, Kaoru Mori, nos ofrece una visión de un mundo que en la superficie parece muy pastoral e incivilizado, pero que en realidad, es rico en cultura y diversidad. Los personajes femeninos de esta historia pueden parecer pasivos y obedientes, pero en realidad son una fascinante mezcla de fortaleza, debilidad, independencia, honestidad y tranquilidad.
En los anteriores tomos pudimos ver algunos de los grandes aspectos de esta cultura, sobretodo positivos pero con esta historia vemos algunas de las limitaciones culturales, como el hecho de que en esta cultura la vida de la mujer esté decidida por sus parientes varones, que no tienen que ser sus padres o maridos.
Este hecho, aunque a los lectores occidentales nos pueda parecer muy chocante, en el manga está totalmente aceptado, y los personajes, al plantearseles la situación responden como tal, dándole mas trasfondo y realismo.
Y es que las dificultades de Tala provienen de una dirección totalmente diferente a lo que hemos visto antes y mientras los problemas de Amir venían por ser ajena a su nueva ciudad, hecho que solventaba en un momento gracias a su garbo y personalidad tan extrovertida; el Sr. Smith es completamente ajeno a esta nueva cultura, por lo que se encuentra sin saber demasiado bien que hacer. Esto permite un contraste único mostrando el conflicto y las dificultades que se les presentan a los personajes quienes se sienten naturales a pesar de un entorno y tradiciones inusuales para el lector.
Otro dato importante y bien reflejado en este manga, es que, como hemos recalcado antes, no solo es una historia de amor, si no también de cultura, y en este caso, vuelven a mostrarnos el día a día de los personajes principales, remarcando claramente en este caso la parte gastronómica. Es toda una delicia, nunca mejor dicho, poder ver los platos típicos de la zona, así como su método de preparación o los puestos de comida. A diferencia de la cultura Europea, en este caso la comida se comparte y se disfruta entre muchos, no solo amigos o conocidos, y aunque las mujeres se encarguen de los quehaceres del hogar, es tarea de los hombres traer y cocinar los manjares diarios.
Artisticamente hablando, Kaoru Mori se vuelve a lucir, aunque en este manga no pueda dar rienda suelta a los detallados trabajos en madera o a los delicados bordados, si que sigue con los intrincados diseños de vestuario, e incluso los animales y personajes se dibujan con el detalle suficiente para darles su propia personalidad.
Lo que hace tan memorable este cómic ante la falta de detalles visuales, es que no son necesarias las
palabras para mostrar la personalidad de sus personajes. Las escenas diarias de Talas cuidando el ganado, hilando, o simplemente siendo ella misma con el cabello al viento, son de una belleza increíble, haciendo que te encariñes con ese personaje solamente con esas escenas sin dialogo.Además a la comida se le da tanta atención en este volumen que da hambre solo de mirar las detallas ilustraciones humeantes de los platos típicos y de la fruta o el ganado de la región. Ya sea cocido o crudo, todo está detallado y representado de la forma mas bella posible para que el lector empiece a salivar solo de abrir el manga
En conclusión, Bride Stories es una pequeña joya de manga que tener en la estantería.
Simple, sencillo, pero con el encanto de lo exótico, es un slice-of-live bien narrado y bello en todo momento que hace que te encariñes de los personajes sin apenas darte cuenta.
El detalle de volver a traer personajes de los anteriores tomos le otorga un punto cómico, dando a entender que no se va a olvidar de ellos solo porque su historia esté hilada, ademas de las tiras cómicas y los free talks del final son ideales para echar unas risas.
Esperamos con ganas el cuarto volumen y a la próxima novia que se cruce en nuestro camino.
Mientras tanto, nos quedamos con las graciosas historias de la pequeña Priya.