Este mes de abril llegará a todas las libreras especializadas el volumen #8 de Ataque a los Titanes (aka Shingeki no Kyojin 進撃の巨人) de mano de Norma Editorial, continuando con la historia de uno de los manga shonen / seinen más populares de la actualidad japonesa, allá donde la dejó el volumen #7 y alcanzando el final de la primera temporada anime.
Hasta ahora Shingeki no Kyojin (進撃の巨人), obra de Hajime Isayama, se publica en la revista japonesa Bessatsu Shōnen Magazine desde septiembre del 2009, cuenta con 11 tomos recopilatorios y se espera que alcance su final para el número 20.
Hace varios siglos, los humanos casi fueron aniquilados por los titanes. Los titanes son unos series enormes, sin mucha inteligencia y que devoran hombres por puro placer.
Si no estáis al día con el manga, ¡recordad que podéis llevaros algún Spoilers! si continuáis a partir de aquí... ¡avisados quedáis!
El equipo de exploración logra sobrevivir a duras penas al asalto de la hembra titán, pero el precio es muy alto. Tras fallar en su misión, Eren debe ser llevado frente al gobierno para recibir su ejecución, tras haber mostrado su fallo total como herramienta de la humanidad.
Sin embargo, la agenda de Edwin y del cuerpo de exploración es bastante distinta...
Mientras tanto, nos reunimos con Annie, quién ha ingresado en la policía militar tras sus buenos resultados en la promoción 104ª. Annie sigue su vida de manera relajada, rodeada de jóvenes de todo tipo que, tras haber ingresado en la policía militar, quieren cambiar el mundo o lo aceptan tal y como les ha tocado.
Sin embargo, la calma para ella termina cuando Armin la contacta, solicitando su ayuda para rescatar a Eren de su juicio...
Y entonces los engranajes se ponen en marcha, ya que todo solo responde a un plan orquestado por Edwin, que aprovechando el hecho del juicio de Eren, moviliza al cuerpo de exploración para desenmascarar a la titán hembra... ¡La propia Annie!
La trampa se dispara, todos caen sobre ella pero, incapaces de detenerla, Annie se convierte en titán y desata la masacre sobre la ciudad antes de que nuestros protagonistas puedan reaccionar.
Los sucesos se disparan cruelmente, propiciando que la batalla estalle entre los muros, con el titán hembra alzándose y los sentimientos encontrados de Eren debatiéndose en su corazón sobre que hacer.
¿Por que Annie? ¿Por qué esta traición?
¿Acaso los titanes no son simplemente monstruos que deben ser exterminados?
Este volumen nos arroja así a un combate entre titanes en el interior del muro Sina, mostrando toda la brutalidad que puede desatarse entre estos seres y ofreciéndonos un segundo round del combate entre Annie titán y Eren titán, con nuestro protagonista ahora mucho más preparado para lo que le viene encima.
Se trata de un volumen trepidante, repleto de combates, sangre, vísceras y muerte, y de un buen montón de revelaciones sobre el mundo en el que viven nuestros protagonistas (y que ni ellos conocen), sobre la vida de la propia Annie y, quizá más importante, sobre los motivos, razones y sentimientos que mueven a los personajes a actuar como lo están haciendo.
Isayama continúa absorbiéndonos con una trama repleta de crueldad y misterio, dónde las víctimas pueden contarse a cientos por viñeta y la humanidad trata de forcejear contra la inminente extinción que se cierne sobre ella.
La narrativa utilizada por Isayama a veces se torna algo confusa con las idas y venidas al pasado, pero al mismo tiempo utiliza estos cambios de tiempo para crear algo de misterio que es de agradecer.
Por desgracia su habilidad al dibujo es realmente horripilante, siendo los lápices de Isayama unos de los peores del panorama japonés. Aunque es capaz de plasmar la dinámica de su historia en trepidantes escenas de acción, su nivel de dibujo es tan increíblemente pobre, que hace sangrar las retinas. Aun así, se nota que le pone ganas, y su estilo ha evolucionado con creces de los primeros números a ahora.
Esperemos que no se quede aquí y siga evolucionando poco a poco para dotar a esta historia de un arte digno.
Hasta ahora Shingeki no Kyojin (進撃の巨人), obra de Hajime Isayama, se publica en la revista japonesa Bessatsu Shōnen Magazine desde septiembre del 2009, cuenta con 11 tomos recopilatorios y se espera que alcance su final para el número 20.
Hace varios siglos, los humanos casi fueron aniquilados por los titanes. Los titanes son unos series enormes, sin mucha inteligencia y que devoran hombres por puro placer.
A pesar de ello, un grupo reducido de humanos pudo sobrevivir en una ciudad protegida tras altos muros como defensa frente a los titanes.
Ahora, en la actualidad, hace más de 100 años que nadie ve a un titán. Elen y su hermana adoptiva Mikasa son testigos de algo terrorífico: un super-titán ha aparecido frenta a la ciudad y está destruyendo sus muros, consiguiendo que otros titanes entren en la ciudad y empiecen a matar humanos de nuevo...
Ahora, en la actualidad, hace más de 100 años que nadie ve a un titán. Elen y su hermana adoptiva Mikasa son testigos de algo terrorífico: un super-titán ha aparecido frenta a la ciudad y está destruyendo sus muros, consiguiendo que otros titanes entren en la ciudad y empiecen a matar humanos de nuevo...
Si no estáis al día con el manga, ¡recordad que podéis llevaros algún Spoilers! si continuáis a partir de aquí... ¡avisados quedáis!
El equipo de exploración logra sobrevivir a duras penas al asalto de la hembra titán, pero el precio es muy alto. Tras fallar en su misión, Eren debe ser llevado frente al gobierno para recibir su ejecución, tras haber mostrado su fallo total como herramienta de la humanidad.
Sin embargo, la agenda de Edwin y del cuerpo de exploración es bastante distinta...
Mientras tanto, nos reunimos con Annie, quién ha ingresado en la policía militar tras sus buenos resultados en la promoción 104ª. Annie sigue su vida de manera relajada, rodeada de jóvenes de todo tipo que, tras haber ingresado en la policía militar, quieren cambiar el mundo o lo aceptan tal y como les ha tocado.
Sin embargo, la calma para ella termina cuando Armin la contacta, solicitando su ayuda para rescatar a Eren de su juicio...
Y entonces los engranajes se ponen en marcha, ya que todo solo responde a un plan orquestado por Edwin, que aprovechando el hecho del juicio de Eren, moviliza al cuerpo de exploración para desenmascarar a la titán hembra... ¡La propia Annie!
La trampa se dispara, todos caen sobre ella pero, incapaces de detenerla, Annie se convierte en titán y desata la masacre sobre la ciudad antes de que nuestros protagonistas puedan reaccionar.
Los sucesos se disparan cruelmente, propiciando que la batalla estalle entre los muros, con el titán hembra alzándose y los sentimientos encontrados de Eren debatiéndose en su corazón sobre que hacer.
¿Por que Annie? ¿Por qué esta traición?
¿Acaso los titanes no son simplemente monstruos que deben ser exterminados?
Este volumen nos arroja así a un combate entre titanes en el interior del muro Sina, mostrando toda la brutalidad que puede desatarse entre estos seres y ofreciéndonos un segundo round del combate entre Annie titán y Eren titán, con nuestro protagonista ahora mucho más preparado para lo que le viene encima.
Se trata de un volumen trepidante, repleto de combates, sangre, vísceras y muerte, y de un buen montón de revelaciones sobre el mundo en el que viven nuestros protagonistas (y que ni ellos conocen), sobre la vida de la propia Annie y, quizá más importante, sobre los motivos, razones y sentimientos que mueven a los personajes a actuar como lo están haciendo.
Isayama continúa absorbiéndonos con una trama repleta de crueldad y misterio, dónde las víctimas pueden contarse a cientos por viñeta y la humanidad trata de forcejear contra la inminente extinción que se cierne sobre ella.
La narrativa utilizada por Isayama a veces se torna algo confusa con las idas y venidas al pasado, pero al mismo tiempo utiliza estos cambios de tiempo para crear algo de misterio que es de agradecer.
Por desgracia su habilidad al dibujo es realmente horripilante, siendo los lápices de Isayama unos de los peores del panorama japonés. Aunque es capaz de plasmar la dinámica de su historia en trepidantes escenas de acción, su nivel de dibujo es tan increíblemente pobre, que hace sangrar las retinas. Aun así, se nota que le pone ganas, y su estilo ha evolucionado con creces de los primeros números a ahora.
Esperemos que no se quede aquí y siga evolucionando poco a poco para dotar a esta historia de un arte digno.