Seguimos con uno de los grandes equipos creativos del cómic, y la que en su día fue su primera colaboración. Brian Azzarello (guión) y Lee Bermejo (dibujo), antes de dar a luz la novela gráfica ‘Joker’ y ‘Batman: Fuego Cruzado’, trajeron al mundo ‘Lex Luthor’ (anteriormente ‘Lex Luthor: Man of Steel’). En esta obra nos exponen su visión personal del archienemigo de Superman, un hombre que en la mayoría de casos se ha podido ver como un ser malvado con el que pocos han sido capaces de simpatizar. Durante el transcurso del cómic la mayoría de los lectores podrán descubrir como este hecho puede cambiar radicalmente.
Influyente y poderoso magnate poseedor de una mente privilegiada, Lex Luthor está dispuesto a emplear los inagotables recursos a su alcance para compartir con la opinión pública su certeza: que lejos de ser el proclamado defensor de “la verdad, la justicia y el modo de vida americano”, el alienígena conocido como Superman representa una amenaza para la existencia de la raza humana.
Con esta sinopsis nos presenta ECC Ediciones la obra que os traemos, con una edición muy cuidada, en cartoné y a todo color. Hasta aquí podríamos decir que viene a ser más o menos lo mismo de siempre. Por suerte para el lector de cómic habitual, nada más lejos de la realidad.
El volumen que nos ocupa estará narrado en mayor parte siguiendo un monólogo interior de Luthor, un discurso humanista, sobre sus deseos, ideales, triunfos y sacrificios que debe llevar a cabo para la consecución de un fin mayor. En las primeras páginas nos sorprende con un carácter, irónicamente, más humano del que siempre nos han mostrado. Su inteligencia y poder, en lugar de convertirlo en alguien estirado y con complejo de superioridad, lo convierten en un hombre capaz de empatizar con la gente de su entorno (salvo algún que otro caso obvio).
Su forma de mostrarnos la realidad, su propia visión, nos hace dudar y pensar en qué lado de la balanza se encuentra realmente. Siempre lo hemos visto como el villano, el malo del cómic y la película, pero aquí no sucede lo mismo. El “temor” que tiene, aquello que trata de demostrar al resto de la humanidad sobre el alienígena que los protege a todos, tiene un fundamento de peso, unas razones que difícilmente se le pueden discutir.
Podemos empezar a ver en Lex Luthor una faceta hasta el momento oculta, un hombre con el que generaremos simpatía y que nos mostrará un heroísmo puro de un hombre perseverante que no se rendirá por conseguir mejorar el mundo. Aun así, bajo esta nueva óptica del personaje, también seguiremos encontrándonos con otras cuestiones algo más turbias que removerán nuestras dudas morales, volviendo a poner al protagonista sobre el filo de una navaja con el bien y el mal a cada lado. El juego de Azzarello sobre este tipo de temas es magistral.
Junto al protagonista nos encontraremos con un reducido aunque interesante grupo de secundarios que completan estupendamente la obra. Sin lugar a dudas, tendremos Superman, visto desde una perspectiva distinta, más inhumana y temible, como un ser superior que nos mira desde arriba y que en el transcurso del cómic únicamente tiene un par de líneas de diálogo. En el abanico de héroes conocidos, también tendremos una breve pero intensa aparición de Bruce Wayne/Batman, quien comparte una relación de amistad/interés entre magnates con Lex, quien lo “manipulará” para que vea su propia realidad y así nos ofrezca una de las mejores escenas del cómic.
Dentro de la empresa de Luthor tendremos personajes como Mona, su asistenta, una rubia despampanante con la que comparte una estrecha pero desequilibrada relación. También conoceremos al señor Orr, a través del cual llegaremos a los asuntos más oscuros dentro de la vida de Lex y quien nos llevará a conocer a Winslow Schott, alias ‘El Juguetero’, así como al Doctor Federov, precursor de la “Esperanza” del protagonista.
Conforme avanzamos en la historia y profundizamos en la psique de Luthor, así como en las repercusiones que tienen sus actos en las personas que le rodean y la humanidad en general, estaremos totalmente enganchados a un cómic que es más de lo que en un principio promete. Una auténtica joya dentro del mundo superheróico que al mismo tiempo se aleja de todos los patrones típicos del género.
Respecto al dibujo de Lee Bermejo, su estilo realista vuelve a inundar las páginas del cómic convirtiéndolo en una auténtica obra de arte. El toque portadista que echábamos de menos en ‘Joker’, esta vez está presente casi en la totalidad de la obra. Destacan las facciones de los personajes, el perfecto cuidado de sus facciones con el que podemos ahondar perfectamente en sus emociones, junto a un tratamiento elaborado y detallista del entorno.
Mención especial merecen las ilustraciones de Batman y Superman, siendo el primero un claro ejemplo de lo que nos encontraremos en ‘Batman: Noël’, un caballero oscuro crudo y tenebroso, junto a un Superman que pese a su apariencia humana nos muestra que realmente no lo es. Un ser aterrador y temible que podría pulverizar a la humanidad en cuestión de segundos. Sin duda un trabajo artístico que, junto al color de Dave Stewart, da un aspecto visual al cómic a la altura de los hechos que los acompañan.
En conclusión, estamos ante una novela gráfica que es de obligatoria lectura tanto para los amantes del género de superhéroes, de Superman en general, como para quienes aún no hayan leído nada sobre él. Un cómic que vuelve interesante lo repetido hasta la saciedad, dándole una vuelta de tuerca magistral a la historia conocida para convertir el tomo que nos ocupa en uno de los mejores.
Influyente y poderoso magnate poseedor de una mente privilegiada, Lex Luthor está dispuesto a emplear los inagotables recursos a su alcance para compartir con la opinión pública su certeza: que lejos de ser el proclamado defensor de “la verdad, la justicia y el modo de vida americano”, el alienígena conocido como Superman representa una amenaza para la existencia de la raza humana.
Con esta sinopsis nos presenta ECC Ediciones la obra que os traemos, con una edición muy cuidada, en cartoné y a todo color. Hasta aquí podríamos decir que viene a ser más o menos lo mismo de siempre. Por suerte para el lector de cómic habitual, nada más lejos de la realidad.
El volumen que nos ocupa estará narrado en mayor parte siguiendo un monólogo interior de Luthor, un discurso humanista, sobre sus deseos, ideales, triunfos y sacrificios que debe llevar a cabo para la consecución de un fin mayor. En las primeras páginas nos sorprende con un carácter, irónicamente, más humano del que siempre nos han mostrado. Su inteligencia y poder, en lugar de convertirlo en alguien estirado y con complejo de superioridad, lo convierten en un hombre capaz de empatizar con la gente de su entorno (salvo algún que otro caso obvio).
Su forma de mostrarnos la realidad, su propia visión, nos hace dudar y pensar en qué lado de la balanza se encuentra realmente. Siempre lo hemos visto como el villano, el malo del cómic y la película, pero aquí no sucede lo mismo. El “temor” que tiene, aquello que trata de demostrar al resto de la humanidad sobre el alienígena que los protege a todos, tiene un fundamento de peso, unas razones que difícilmente se le pueden discutir.
Podemos empezar a ver en Lex Luthor una faceta hasta el momento oculta, un hombre con el que generaremos simpatía y que nos mostrará un heroísmo puro de un hombre perseverante que no se rendirá por conseguir mejorar el mundo. Aun así, bajo esta nueva óptica del personaje, también seguiremos encontrándonos con otras cuestiones algo más turbias que removerán nuestras dudas morales, volviendo a poner al protagonista sobre el filo de una navaja con el bien y el mal a cada lado. El juego de Azzarello sobre este tipo de temas es magistral.
Junto al protagonista nos encontraremos con un reducido aunque interesante grupo de secundarios que completan estupendamente la obra. Sin lugar a dudas, tendremos Superman, visto desde una perspectiva distinta, más inhumana y temible, como un ser superior que nos mira desde arriba y que en el transcurso del cómic únicamente tiene un par de líneas de diálogo. En el abanico de héroes conocidos, también tendremos una breve pero intensa aparición de Bruce Wayne/Batman, quien comparte una relación de amistad/interés entre magnates con Lex, quien lo “manipulará” para que vea su propia realidad y así nos ofrezca una de las mejores escenas del cómic.
Dentro de la empresa de Luthor tendremos personajes como Mona, su asistenta, una rubia despampanante con la que comparte una estrecha pero desequilibrada relación. También conoceremos al señor Orr, a través del cual llegaremos a los asuntos más oscuros dentro de la vida de Lex y quien nos llevará a conocer a Winslow Schott, alias ‘El Juguetero’, así como al Doctor Federov, precursor de la “Esperanza” del protagonista.
Conforme avanzamos en la historia y profundizamos en la psique de Luthor, así como en las repercusiones que tienen sus actos en las personas que le rodean y la humanidad en general, estaremos totalmente enganchados a un cómic que es más de lo que en un principio promete. Una auténtica joya dentro del mundo superheróico que al mismo tiempo se aleja de todos los patrones típicos del género.
Respecto al dibujo de Lee Bermejo, su estilo realista vuelve a inundar las páginas del cómic convirtiéndolo en una auténtica obra de arte. El toque portadista que echábamos de menos en ‘Joker’, esta vez está presente casi en la totalidad de la obra. Destacan las facciones de los personajes, el perfecto cuidado de sus facciones con el que podemos ahondar perfectamente en sus emociones, junto a un tratamiento elaborado y detallista del entorno.
Mención especial merecen las ilustraciones de Batman y Superman, siendo el primero un claro ejemplo de lo que nos encontraremos en ‘Batman: Noël’, un caballero oscuro crudo y tenebroso, junto a un Superman que pese a su apariencia humana nos muestra que realmente no lo es. Un ser aterrador y temible que podría pulverizar a la humanidad en cuestión de segundos. Sin duda un trabajo artístico que, junto al color de Dave Stewart, da un aspecto visual al cómic a la altura de los hechos que los acompañan.
En conclusión, estamos ante una novela gráfica que es de obligatoria lectura tanto para los amantes del género de superhéroes, de Superman en general, como para quienes aún no hayan leído nada sobre él. Un cómic que vuelve interesante lo repetido hasta la saciedad, dándole una vuelta de tuerca magistral a la historia conocida para convertir el tomo que nos ocupa en uno de los mejores.