Wargames: review de "Inquisitor is in good hands" [Svarog Miniatures].

Hoy queremos presentaros a Svarog Miniatures, una compañía independiente de reciente aparición que nos trae un, de momento, pequeño catálogo de productos a escala 28mm al que todos los aficionados a los Wargames del futuro y, en especial, la eclesiarquía guerrillera, deberíais echarle un buen ojo.

Para su introducción, hoy os traemos el análisis de una de sus miniaturas, a la que han llamado "Inquisitor is in good hands".
Y vaya si está en buenas manos...

La miniatura requiere de montaje y pintado. Al estar casteada en resina, recomendamos lavas cuidadosamente con jabón todas las piezas antes de empezar a trabajar con ellas. Así mismo, sugerimos el uso de pinturas acrílicas para esta tarea.
Nuestro producto nos llega en una pequeña caja cuadrada de cartón blanca, en la que podemos encontrar en su parte superior un adhesivo a todo color con una imagen del producto adquirido, ya finalizado (montaje y pintado). Al abrir la caja en su interior encontramos las piezas de nuestra miniatura bien resguardadas en bolsas y acolchadas levemente.


En el interior encontramos las piezas de las que se compone nuestro Inquisidor y compañía. Como se aprecia en la fotografía, los dos cuerpos ya vienen enrededados entre sí en una sola pieza, encontrándonos por separado las dos manos del inquisidor (y sus armas), la cabeza del mismo, el arma de la repentia, el estandarte y una peana escénica.


Comenzaremos el montaje por una de las piezas más pequeñas, y que fácilmente podéis confundir con una rebaba y tirarla... ¡cuidado! Este pequeño recuadro de resina se corresponde con uno de los vuelos de nuestras miniatura, así que id con mucho ojo.

Como podéis ver la "faldita" tiene un pequeño pivote que encaja con el hueco seañalado, así que con un poco de pegamento de contacto lo tenemos listo. Recordad ir con delicadeza, son piezas delgadas y la resina puede ser muy frágil.



Ahora que la tenemos montada y podemos verla con más calma nos damos cuenta de un detalle y de por qué la miniatura tiene ese nombre... ¿Donde tiene la mano la repentia? ¡En los pantalones del inquisidor! Desde luego le mantiene a salvo a él y a toda su descendencia.



Finalmente nos toca colocar el estandarte en su lugar; al lado de la cabeza del inquisidor casi se nos pasa por alto un pequeño agujerito donde entra el fino palo que aguanta todo el estandarte. Una vez más tened cuidado, ya que son piezas muy, muy frágiles. Poned un poco de pegamento y introducirlo en su lugar.




Podéis adquirir esta miniatura en el siguiente enlace: http://www.svarogminiatures.com/portfolio/418