Cómic: review de Body Bags - teorías de la violencia [Aleta Ediciones].

Los años noventa fueron un hervidero de grandes ideas acompañadas de una generación de autores legendarios como Joe Madureira o el gran J. Scott Campbell. Autores legendarios, tanto por sus originales historias y su milagroso trazo como por lo condenadamente vagos que eran.

De esta generación de estrellas salió Jason Pearson y su serie Body Bags, una joya del cómic que ha ido siendo interrumpida a lo largo de la historia en una cadencia poco clara que hacía que a los fans nos rechinasen los dientes.

Aleta Ediciones nos ha hecho un favor al sacar su volumen Teorías de la Violencia (un título bastante descriptivo de lo que tenemos entre manos), donde encontramos recopilado todo el material de Body Bags hasta la fecha.
Y decimos hasta la fecha por que Pearson se encuentra (en teoría) trabajando en Vicious, una nueva miniserie de nuestros cazarrecompensas favoritos.
Pero eso es otra historia... vamos con Body Bags hasta ahora.

Body Bags es una historia de violencia en su estado más puro.
Si os da cosica leer un cómic donde casi todas las páginas están pintadas de rojo, os habéis equivocado de volumen, así que ya podéis ir buscando otra cosa. Si no es así... ¡Bienvenidos!

La trama nos lleva junto a Carapayaso y el Abuelo, dos cazarrecompensas o baggers que se encuentran hasta el culo de mierda tras el intento de asesinato de un colega de gremio. El tema es que Carapayaso es un especialista en puñales (o machetes) mexicano, una montaña de músculos violenta a la que no hay que joder... Vamos, lo que vendría a ser una mezcla de Machete y el Comediante de Watchmen con 120 años menos (aprox).

El Abuelo, su compañero de aspecto israelí, se encuentra realmente jodido debido a una herida en la cabeza la cual les cuesta demasiada pasta operar, por lo que ambos deciden coger un curro de asesinato sin mucho tiempo sin mancharse las manos (si no contamos las victimas "casuales de las primeras páginas).

Esto ya es bastante basura junta, pero al problema se une la llegada de Panda, la hija de Carapayaso: una explosiva latina malcarada de 14 años con las tetas más gordas de todo México D.F. (y probablemente del planeta) que decide unirse al negocio de su papi.

Llegados a este punto creo que ha quedado claro que nos encontramos ante adrenalina en viñeta; un buen montonazo de acción a raudales, con tiros, tacos y mexicanas tetudas por doquier.
¿A quién no le gusta eso joder?


Body Bags se presenta pues como una obra muy loca de Jason Pearson donde nuestros protagonistas tienen una víctima mortal por página y no se pueden pasar más de diez viñetas sin recibir un disparo o un chiste racista, todo en una clave de humor y brutalidad que hace de Body Bags una obra que hay que leer una vez en la vida... ¡Ya que es condenadamente divertida!

El ritmo desenfrenado de esta obra sin embargo no ve su principal peso en los chistes, la violencia gratuita ni las tetas de Panda, si no en el cariño que le cogemos rápidamente a sus personajes.

Y es que Jason Pearson ha logrado dotar de una carisma más que clara a Carapayaso y Panda, creando una situación más que graciosa entre el padre asesino más basto que unas bragas de esparto y la muchacha más respondona que nos podamos echar a la cara.

Así mismo, en la recopilación podemos ver el recorrido que ha ido tomando la historia de Pearson, comenzando por una historia con bastante peso en la miniserie "El día del padre", y como esto pasa a unos one-shots con historias más cortas y alocadas en las que lo siguen.

Para mi, en "Una bala" y "Dale a la Palanca" encontramos un equilibrio entre la carismática narrativa de Pearson y unos lápices excelentes que definen aun más a esta pareja de baggers, haciendo que los amemos y deseemos ver esa nueva miniserie Vicious.
Pearson, curra maldito.
¡Traenos más Panda!