Manga: Reseña de "Noragami #9" de Adachitoka [Norma Editorial]

Aquí estamos nuevamente con nuestro review periódico de Noragami, manga del dúo llamado Adachitoka que publica Norma Editorial de forma bimensual. En esta ocasión nos encontramos ya con el número 9 de la serie, publicado el pasado mes de abril.

Como suele ser habitual el manga ha sido realizado en formato rustica con sobrecubiertas y a un tamaño de 11,5 x 17,5cm. En su interior encontramos 192 páginas en blanco y negro más dos a color que corresponden al índice y a la ilustración incluida en todos los tomos del manga, en esta ocasión protagonizada por el trío de protagonistas todos ellos vestidos con el chándal de Yato como si de una empresa se tratara.

Adachitoka (あ だ ち と か) es el sobrenombre que utilizan las creadoras del manga, formado a partir del nombre de la dibujante de personajes Adachi (安達), y de la encargada de los fondos Tokashiki (渡 嘉 敷). Su debut conjunto fue ilustrando el manga "Alive: The Final Evolution" (ア ラ イ ブ - 最終 進化 的 少年 -) escrito por Kawashima Tadashi y serializado en la revista mensual Shounen en 2003. Lamentablemente el autor murió el pasado 2010 y Adachitoka decidió dedicarle esta obra en su honor.

El manga comienza con un momento clave de la historia, cuando Ebisu y Yato se encuentran cara a cara con la diosa que gobierna esos territorios, la reina del Yomi, Izanami. Lo que ellos no saben es que esta extraña mujer que mora en las profundidades es capaz de adaptar su apariencia a los deseos de aquellos que la observan, teniendo el rostro de Hiyori para Yato y el de una cocinera apreciada por Ebisu para este. Esto, aunque les perturba indudablemente en un principio no evita que ambos dioses sean conscientes de la hechicería y se pongan en guardia, proponiéndole de forma clara y concisa que van a llevarse su pincel mágico con el que crean ayakashis. 

Pero Izanami no es tonta y se siente irremediablemente sola, por lo que les propone un juego, que luchen los dos, el ganador se lleva el pincel y el perdedor se queda con ella haciéndole compañía. Aunque eso a Yato le parece una locura no tiene tiempo de razonar que Ebisu ya está tirándose encima de él, a lo que Yato obviamente responderá con algo de violencia. Gracias al cielo eso simplemente era una táctica para distraer a Izanami y a la mínima que puede Ebisu le roba el pincel y sale corriendo con Yato.

Como no, la reacción de Izanami no se hace de esperar y lanza a todos ayakashis que hay a su mando para atraparlos y retenerlos junto a ella, lo que dificulta la escapada de nuestros queridos dioses, quienes además están heridos por la batalla, sobretodo Ebisu, quien nota como sus Shinkis, que están siendo interrogados en el cielo sufren una gran desdicha y pinchan a su amo.

Y mientras Yato y Ebisu lidian con sus problemas, en la llanura del cielo los restantes 7 dioses de la fortuna se encuentras recluidos a la espera del ajusticiamiento de Ebisu, aunque eso a ellos no les gusta para nada al considerar al dios inocente. Por suerte para ellos no tendrán que esperar mucho para que ese aislamiento caiga con la llegada de Kazuma, quien romperá la barrera y se llevara a Bisha para que pueda salvar la vida a su compañero.

Por otro lado, en el bando de Yato la joven Hiyori ha decidido salir a la aventura siendo incapaz de perdonarse el haber estado tanto tiempo sin acordarse de Yato, por lo que tras documentarse se marchará decidida a buscar el agujero por el que el Dios del chandal se haya caído. Sin embargo su viaje no será del todo placentero y es que a mitad de camino se cruzará con Kugaha, el peligroso hechicero que traicionó a Bisha hace poco y quien se muestra claramente interesado en la muchacha. Suerte que en el momento crítico aparezca en escena Yukine, quien salvará a la chica y evitará una desgracia mayor.

Llegarán Bisha, Yukine y Hiyori a salvar a los dioses perdidos en el reino de Izanami. Y Ebisu y Yato serán capaces de salir de ese agujero tan profundo y oscuro en el que se encuentran? 

Con este número empezamos a profundizar lentamente en el pasado de nuestros personajes protagonistas, siendo Ebisu quien mas brilla. Su trágica historia sobre la muerte y el renacimiento hace que el mismo lector se replantee la existencia de este personaje, quien desde un principio ya le explican que su vida, realmente no tiene valor alguno dado que por mucho que la malgaste y muera siempre renacerá incontables veces. Un shock bastante fuerte para que una criatura lo asimile, la verdad.

Siguiendo en la misma tónica también resulta muy interesante la forma en la que la leyenda clásica de Izanami cobra forma en este cómic, ya que según los japoneses realmente Izanami era la diosa madre de varios de los dioses mas importantes, entre ellos el mismo Ebisu, relacionado con los mares. En la misma historia se cuenta que Izanami cayó a lo que para nosotros sería el Iframundo y allí lleva pudriéndose su cuerpo desde entonces, otra de las razones por las que adopta una forma placentera para la vista, escondiendo los gusanos y bichos que la devoran.

Sobre el padre de Yato todavía se desconoce mucha de la información relevante, pero queda claro que está manipulando a su hijo vilmente y este, que de tan bueno es tonto, acepta solo por poder volver a estar al lado de Hiyori. 

Lo que si se ha logrado entrever un poco mas es sobre el estatus y el orden que hay en la llanura del cielo, donde queda claro que la democracia no termina de funicionar y ajustician rápidamente a aquellos que se interponen en sus problemas. Por suerte para Ebisu cuenta con unos muy buenos amigos quienes creen en su inocencia aunque el lector sepa que están equivocados.

En esta ocasión el apartado artístico del volumen destaca por lo oscuras y macabras que son la mayoría de paginas al narrarse en el reino de Izanami. Los Ayakashis son cada vez mas montuosos, estando todo empañado con imágenes de insectos surgiendo del cuerpo de la diosa. Por suerte esto tampoco resulta demasiado explicito si no que se juega con las sombras para crear el mal rollo necesario.

En cuanto a las batallas estas como siempre son espectaculares y gracias a las lineas cinéticas le añaden mucho movimiento pero que queda definido, sin perder las formas básicas de los personajes. Personalmente me ha gustado mucho el pequeño encontronazo entre Yukine y Kugaha, quien lo provoca mas y mas hasta que el joven shinki estalla y le lanza un señor ataque. 

Si bien no es la escena mas dinámica me gusta por el significado que tiene, por la forma en la que las palabras pasan a formas parte de la batalla y como estas enfatizan la escena consiguiendo que algo pequeño y sencillo parezca una batalla campal.

Poco a poco el arco de Ebisu va llegando a su final y se desentrañan las mentiras y los secretos que tanto tiempo habían estado escondidos. Quedan varios cabos sueltos del volumen que todavía se tienen que aclarar pero Yato, que es un dios muy capaz, seguro será quien los explique y nos muestre poco a poco su historia.