Cómic: review de Estado de Caos [ECC Ediciones].

Si estáis un poco cansados de tanto superhéroe, ECC Ediciones nos trae Estado de Caos (Right State USA en el original), con guión de Mat Johnson, dibujo de Andrea Mutti y publicado con el sello DC Vértigo.

Personalmente, tengo que decir que para mi siempre es un gusto leer algo de Vértigo, ya sea bueno o malo, por que por lo menos representa algo diferente a lo habitual... y ademas en una linea un tanto negra que siempre gusta. Estado de Caos sigue con los tintes clásicos del sello: una historia policíaca, salpicado de matices de novela negra y política.

Este cómic, recopilado en un único tomo autoconclusivo de 144 páginas, nos brinda un tipo de historia que no es muy común en las viñetas, así que vale la pena leerla sólo por que es una propuesta diferente.
Esta es la sinopsis:

Mat Johnson, un habitual de Vértigo y de la novela negra, nos trae una historia de conspiraciones que nos describe, en cierto modo, el reflejo de una sociedad dividida por unos valores representados en un presidente que recuerda a Obama.
Si os gustan las historias de este tipo, el planteamiento general esta muy bien, como ya he comentado. Los personajes son bastante creíbles y las primeras escenas consiguen enganchar. El problema viene después. 

Tampoco nos alarmemos. No es que el cómic decaiga y de repente sea terrible, es sólo que queda la sensación de que el ritmo se ralentiza para luego darle un final súbito, como si de golpe Johnson se hubiese dado cuenta de que le quedaban pocas paginas.

Parece apresurado y se resuelve, por así decirlo, en cuatro páginas, así que no es capaz de causar ninguna sensación y toda la tensión que trataba de acumular cae en saco roto.

Los personajes son creíbles, sí, pero poco originales. Siempre hay una sensación de que los hemos visto en otra parte, en otra película o libro. Podría decirse que el agente del FBI musulmán es algo nuevo, pero el hecho de que no deje de insistir en la dicotomía (agente federal - árabe, ¡Uau!) lo convierte en algo forzado. 

La novela gráfica viene completada por el dibujo de Mutti que nos brinda un buen trabajo en blancos y negros (o mejor dicho, grises). El aire realista del artista contribuye bien al guión y la elección de eliminar el color subraya el tono de novela negra. Aunque su estilo no es impresionante, sí encaja en la historia. 

La conclusión es que no estamos ante la obra del siglo, ni mucho menos. Pero si lo tomamos como algo sin pretensiones y para romper la monotonía de las historias típicas de DC, resulta entretenido y interesante.